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ESPAÑA

 

¿Se puede hablar de feminicidio en España? La investigadora Mercedes Hernández y la periodista Patricia Simón responden con rotundidad: “sí”. Si bien es cierto que, afortunadamente, no en el mismo grado que en otras regiones del mundo, la violencia hacia las mujeres por el mero hecho de serlo sigue hoy presente en nuestro país.

 

Según los datos aportados por el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, en 2014 fueron 53 las víctimas de violencia de género en España, diecinueve menos que una década antes, cuando se aprobó la vigente Ley Integral contra la Violencia de Género. Hasta ese momento, la legislación española no contemplaba la violencia hacia la mujer como un problema que requiriera la implicación de toda la sociedad, sino que lo reservaba al ámbito de lo privado y doméstico.

 

“Con la ley integral, este tipo de violencia se convierte en un problema social que se aborda de una forma multidisciplinar desde el punto de vista sanitario, educativo, judicial y policial. Pero no solo eso, se define en ese momento qué es violencia de género y se le da una visibilización”, afirmó a Televisión Española con motivo de la conmemoración del 25 de noviembre la presidenta del Observatorio contra la Violencia doméstica y de Género, Mª Ángeles Carmona.

 

Para Mercedes Hernández, esta ley es en muchos aspectos “ejemplar”, aunque subraya que aún habría puntos en los que mejorarla. En primer lugar, cree que es necesario desvincular la violencia hacia las mujeres del campo único de las relaciones afectivas, reconociendo también a las víctimas que no conocían con anterioridad a su agresor. De esta forma, se protegería también, por ejemplo, a las víctimas de trata y explotación sexual, a las que en la actualidad no cubre la norma.

 

La subdirectora de Periodismo Humano, Patricia Simón, por su parte, ejerce una crítica más dura contra la Ley Integral contra la Violencia de Género al tildarla de “reduccionista” al considerar, al igual que Hernández, que excluye al colectivo de víctimas de trata y explotación sexual.

 

Además, para la experta guatemalteca existe también un problema terminológico: se debe dejar de hablar de violencia de género e introducir el término feminicidio. A juicio de Hernández, el término que se utiliza actualmente no enfatiza que son las mujeres quienes sufren la violencia.

 

En síntesis, aunque la situación de España en el campo del feminicidio no es mala en comparación con la de otros países (incluidos los europeos), aún existen aspectos de mejora tanto en la legislación como en la conciencia social al respecto. La lucha contra esta lacra será necesaria mientras se siga cobrando vidas, por pocas que sean.

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