ROSA ISELA PÉREZ 

 

El afán por informar al mundo de las atrocidades que se cometen contra las mujeres en su Ciudad Juárez natal ha llevado a la periodista Rosa Isela Pérez a tener que partir hacia el exilio. Temiendo por su vida y por la de su familia, que la ha acompañado, la mexicana lleva desde el año 2010 en España como asilada política. Durante más de una década –desde 1999-, Pérez dio voz a las familias de las víctimas y contó su sufrimiento.

 

Desde 2000 lo hizo bajo amenazas de muerte, que alcanzaron su máxima crudeza un año más tarde, cuando la periodista denunció los asesinatos de ocho chicas en su ciudad. Sin embargo, según afirmó en una entrevista a El País, “cada vez que me amenazaban me enojaba más pero no dejé de escribir del tema, continué”.

 

Después, en 2005, Rosa Isela Pérez fue despedida sin recibir explicaciones del diario para el que trabajaba, por lo que dejó de llevar a cabo su labor de denuncia. Sin embargo, esto no supuso para ella el fin de las amenazas. Amenazas que se hicieron especialmente duras cuando Pérez tuvo que testificar ante la Corte Iberoamericana de Derechos en el llamado caso del Campo Algodonero (en el que murieron ocho jóvenes) y el tribunal ordenó al gobierno mexicano que la protegiera.

 

La labor de esta periodista mexicana se ha visto reconocida por numerosos organismos, como el Consejo General de la Abogacía Española, la organización Isis Internacional (que premió su reportaje Mujeres desaparecidas; el drama de nuestras familias) o la Asociación de Periodistas de Chihuahua.

 

Desde que reside en España, Rosa Isela Pérez ha concedido entrevistas a distintos medios de comunicación e instituciones contando la situación de las mujeres en el país americano y su historia tratando de darles voz. Puedes ver esta de la Casa de América de Madrid (2011) en la que la mexicana denuncia los asesinatos de activistas y las presiones a las familias y habla de “falta de voluntad” del gobierno de su país. Además, destaca la “impunidad”, la “corrupción de autoridades”, el tráfico de drogas y “una cultura machista muy fuerte” como factores determinantes para que mueran mujeres en Ciudad Juárez.